miércoles, 11 de junio de 2014

Demuéstrame

Oh mundo esplendoroso: has conquistado en mi una ninfa a quien la medicina trae. Has cautivado mis emociones, has hecho de mi un bogador de la melodía dulce. Me has transformado en un caramelo de miel. He conocido el origen del mundo, ¡me has dado vida!

El anochecer se ha convertido en mi fantasía y mi esperar, en leerte y degustarte: se despiertan sensaciones nuevas, se despierta el lunar. Como boca de pez quemas cenizas y como pez alimentas mis emociones. El bien estar se hace al fogón: hecho de agua y vibración.

¿Qué será del poeta sin palabras, en qué lugar quedará su inconsciente al no leer y digo, dónde ha de  estar el humo sin yerba?

Escuchamos dulces voces, hacemos lindas cosas.

Te veo             y
Mi mundo se transforma.

¿Al titiritero, al noúmeno o a vos?

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