martes, 9 de julio de 2013

¡Mandarina!: de naranja

¿Cómo un ser detestable podría estar con una persona tan dulce y amable? Entenderse a sí mismo da sus reflexiones. Aceptarlas o cuestionarlas o incluso preguntarlas son inquietantes para los que en el viaje andan. Mírate al espejo, el te devolverá la imagen de lo que quieras ver.

¿Dónde estás amor? Si en donde yo reposé mi amor, en el vacío quedó. No supimos administrar la energía, no supe construir lo que quería. ¿Dónde estás, ahora, amor? Si te busco en mí y por más surcos que siga, por más placeres que esconda o encuentre y agradezca, no encuentro lo que logramos en pocos segundos. ¿Dónde?

Y si al comunicarme por medios no reales, no visuales, sino ideales; tú, alma hermosa, construyes un muro gigante en el que no accede nadie, siquiera tú para amarte. Dices ser amante de ti, yo veo tristeza igual que aquí, en mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario