Es como buscar en el mundo gigantesco sin aceptar que esperé para encontrarte. Algo aparece, un copo de nieve y me hace recordar sonrisas. Montes escalados en minutos: quizás hayamos realmente llegado al Kilimanjaro, o al menos yo. La sonrisa que transporta, la risa de ¡qué me importa! y un código que me hace no conocerte y querer verte nuevamente. Quizás aprenda a esperar, desear, fantasear y a cultivarme.
domingo, 21 de julio de 2013
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