jueves, 11 de julio de 2013

¿De que serviría decirlo a tus oídos?

Se arma un complot para definir al amor, en cuánta medida uno se ama con el otro y así sentir. En vez de lo que yo siempre pensé que era: sentir, y luego de a poco expresarlo. El fluir duele, el movimiento va a llegarte tarde o temprano, es efímero esto y bien lo sabes. Aunque me sea difícil aceptar, he logrado meditar y ver con dignidad lo que tu no sabes apreciar. Había algo eterno y lo dejaste matar. Se que percibirte cerca podría hacer estallar a mi corazón y dejarme morir en paz, pero realmente no quiero terminar en el hospital como se suele hacer con quien todo el tiempo recalca quién es, y que somos.
El juego eterno de quién ama más a la otra persona, cuando realmente ya no hay llama. Palabras rebosadas de amor pero carentes de contenido. No digas que nunca lo he percibido si más de una lo he digerido, de tí: de tus propias palabras, de mí: de mis teorías construidas. Podrán haber soñado con un hijo, podrán haberse visto en otro lugar tan ejemplar como un "hogar", yo me plantearé otras cuestiones. ¿Acaso vale más mi imaginar que el de él? Todos tenemos esa misma capacidad, pero no todos sentimos esto que aún hoy no logro expresar ni comprender. Tampoco quiero entender, solo me gustaría que lo dejemos ser.

¿De qué manera te cierras a percibir?, ¿qué palabras mágicas le pones? Eso es ilusión. Destruyamos juntos ese mundo de ilusiones, crezcamos juntos. Brindemos por la locura de estos sentimientos sin ningún remordimiento.

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