Lo más loco es que te vi allí y sentí magia; estabas de improvisto, como apasionada. Y lo más lindo es que vos me observabas, y yo era el que miraba. Me hiciste olvidar todas mis penas, todos los recuerdos que me ataban: ya la saludé. Y fue el más rico trago de vino que he tomado, fueron las más maravillosas galletitas que había probado; sonriendo así como un desquiciado que ya no extraña porque te tiene a su lado ¿Quién lo hubiera pensado que de la nada aparecerías a mi puerta?
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