Ya no es desesperación el esperar, es un atormento. ¿Realmente necesitamos aguardar un momento más para decir aquello que sentimos, o lo que necesitemos expresar? Dentro de nosotros siempre revuelan las ansias de conseguir la victoria, perder el miedo es el primer paso. Pero, estrepitosamente buscamos tan rápido vencer al otro, ganar en lo que nos gusta y todo se desvanece despidiéndonos de lo que buscábamos.
Quizás necesite una alegría para no querer dejar este lugar hoy, vivir sin esa alegría que espero con demasiadas ansias tampoco es un atormento, vivir por vivir no me interesa, el crecer en conexiones, buscar verdades, eso es lo que me motiva en cada día. Solo desearía un cambio a mi vida.
Se que algún día, esperando que sea pronto, regresará ese cariño otorgado al vacio, como todo lo que gira retorna a nosotros, a favor o en contra. Solo comprendo que mi corazón estallará en emociones y en altas vibraciones, escalofríos sin frío, luces de pasiones combinadas con una magia otorgada a ciertas edades de niño.
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