Eres tan débil que en soledad te angustias, eres de esos que se pervierten al primer silbido, los cuales ante el miedo y el peligro se frenan. La quietud no demuestra miedo, sino cautela. El que llora no es por angustia, sino por emoción. Las palabras de otros son simplemente una postura para alegrar o disminuir nuestro vocablo: escucha lo que te plazca. Perdiste este juego, comienza de nuevo.
lunes, 18 de marzo de 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario