De ti, mi pensar; de mí, mi pensar.

Calmas mi pensar y estás, como siempre cerquita mío, eres realidad e imaginar, nadie como tu ha de estar en mi pensar si no ha de tener mucha alegría. Quizás hasta ni de mi tengas que pensar para pensar, ve vuela: eres libre, si quieres nos vemos en un arbolito. Trataré de no pedir más de lo que deba. Hablaré de ti (en susurros) para que el alma de cada arbolito te vea cuando pases y se enamore como lo he hecho yo. Dulce es tu mirada, y tu andar ahora energía como la misma alegría que un día solo tu me diste. Hemos hablado mucho y es como siempre dicen matar al amor con palabras. ¿Por qué anhelar el pasado y sino tan solo recordar que ha pasado? Dicen también pajaritos que lindo sería tenerte aquí a mi lado, que lindo sería cambiar la angustia existencial por efímeros y hermosos momentos. Te buscaré nuevamente en un pensar, en un cielo sin antifaz donde tu y yo sabemos que lo nuestro es más, “algo más grande que la muerte y la vida, como en el fondo lo son los grandes amores, los amores imposibles o los amores no correspondidos.”