sábado, 15 de junio de 2013

Lo raro no es que no se preocupe sino que no se preocupe nada.

Llega desde lo alto de donde se generan las nubes hasta mi ser este revoltijo de sensaciones. No es diarrea, no es mal alimentación, aunque su raíz sea la misma quizás. Se sabe que proviene de otro ser, de quien por momentos parece que es tu otra mitad o que es otra expresión interior intensa, la cual arraiga muchas sensaciones, recuerdos…

¿De qué serviría en estos momentos un consuelo tuyo? Si yo lo que prefiero ahora es desgarrar mi alma en infernales palabras; llegar a la yaga del mundo interior que enraíza las confusiones, las ilusiones, los desvaríos del amor propio.

¿por qué se necesita del dolor, de la melancolía,
de crudas verdades, del no-entendimiento,
del no-pensar
para expresar con total claridad lo que sentimos?

No quiero guardarme cosas incumplidas, ni sufrir
por causas que van más allá de mí:
o te enciendes o dejas que la brasa se consuma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario